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martes, 24 de octubre de 2017

Cuando Dios era un conejo





Título: Cuando Dios era un conejo 
Autor: Sarah Winman
Nº de páginas: 376
  
Sinopsis: 


Este es un libro sobre un hermano y una hermana, sobre la infancia y el crecimiento, las amistades y la familia, el triunfo y la tragedia, y todo lo que discurre entre ello.
Pero sobre todo, es un libro acerca del amor en todas sus formas.



  • Mi impresión del libro 
 Comenzaré diciendo, que es un libro que demuestra cómo es la vida. Lo que significa existir en un mundo conservador, donde el anhelo por sentirse libre hiere cada hoja, y sobre todo el significado que le damos a ciertos vínculos y la decepción que representa cuando para la otra persona no es de la misma manera.
Elly es la protagonista, y divide su historia en dos partes: la primera donde nos relata su niñez, como creció junto a su hermano y como su lazo se fortificó hasta ser su confidente. Y luego una segunda donde ya con veintisiete años con un montón de momentos vividos sobre sus hombros, es una mujer vacía.

Su tía, fue uno de mis personajes favoritos. Tuvo los mejores diálogos, los momentos más relevantes, un toque bizarra pero llena de elocuencia y frescura.  
Arthur, personaje entrañable, en mi opinión personal fue perfecto. Sus penmsamientos, su estilo de vida, la forma en que entra en la dinámica de esta familia. Gracioso, a veces incluso hasta disparatado. 

El libro es pretencioso, en la primera parte logra todas los tópicos que se propone y te mantiene en vilo y con vaho de incertidumbre, realidad e inocencia. La ternura de la infancia de una niña que por momentos ávida de curiosidad y de aprendizaje comprende sus errores y trata de no volver a repetirlos, comprende cuando no conviene preguntar y razona como un adulto y una pequeña niña. Sus pensamientos son muy curiosos, a la lectura entretenidos.
 Puedo pasar horas escribiendo sobre lo que esta novela significó para mi, pero intentando reseñarlo resulta difícil, ya que trata sobre todo… sobre la vida, la religión, la hipocrecía, el crecer, el intentar ser alguien y fallar, el no querer ser ese alguien, el definirte como persona, la sexualidad, sobre los valores y sobre todo el valor que estos hermanos le dan a su vínculo.


"…Hasta que comprendí que posiblemente la necesidad de ser recordado es más fuerte que la de recordar..." ¿Cuantas veces deseamos estar en la mente de esa persona que queremos? ¿Cuántas veces nos preguntamos qué es lo que recuerda el otro? ¿Y si se olvida algo importante? ¿Y si obvio un detalle que es importante para mí? Los secretos, los pactos, esos acuerdos silenciosos…
"…Todos queremos ser encontrados…" Tanto físicamente, como con esa relación que los protagonistas tienen con Dios, como con sus amistades y su familia, todos en algún momento desean a su forma, ser buscados, ser encontrados, refugiados y sobre todo ser queridos.

Esta es la historia de una familia, como muchas otras que intentan mantenerse unida a pesar de todo, que buscan la felicidad y fracasan, pero vuelven a intentarlo. Donde la esperanza se vuelve errática y a veces es la única forma de mantenerse en pie.
 Me genera conflicto decir que es un libro donde se representa el amor en todas sus formas, no creo que se trate de una narración sobre el amor. Existe en él, si y el desamor también y cumple un papel fundamental, pero más alla de eso, creo que más aún trata sobre la mediocridad, los fracasos y los callejones que parecen sin salida, como una niña que en la primera parte inspira inteligencia en la segunda parte exhala desilusión, incluso su protagonista aclara en la primera página que durante su vida entre la adolescencia y la vida adulta consta de reflexiones vacías y donde el desinterés era moneda corriente.
La segunda parte, no logra ser igual de buena que la primera. Elly pierde un poco el rumbo y por momentos pierde la gracia de ser protagonista, aunque viéndolo en su conjunto en ocasiones se entiende el porqué de su comportamiento, en otras no tanto y cuesta conectar con ella. 

Los personajes me encantaron, cada uno a su forma. Puede que sean muchos, pero creo que todos eran necesarios, aportaron y fueron cada uno de ellos claves en la vida de Elly. Todos aparecen con alguna reflexión, o te deja algún pensamiento meditabundo.   

Desde las primeras páginas ella nos devela sutilmente y a veces no tanto, momento cruciales de su futuro, que cuando acontecen todo parece cerrarse con un agridulce clic.