Título: Colinas
Negras
Editorial: Sudamericana
Autor: Nora Roberts
Nº de páginas: 509
Sinopsis: Nadie conoce la belleza y los peligros que encierra el paisaje indómito de las Colinas Negras, en Dakota del Sur, como Cooper y Lillian. Lo recorrieron juntos, palmo a palmo, durante todos aquellos veranos de la infancia, cuando la aventura esperaba en cada recodo del sendero. Años después esas mismas montañas fueron el escenario de su primer beso y de ese primer amor que se graba en el alma. Y entonces la vida separó sus caminos. Doce años después el destino les ha traído de vuelta a las Colinas Negras. Ha pasado el tiempo y ninguno de los dos ha conseguido olvidar el sabor de aquellos días del pasado. Pero mientras ambos se adentran de nuevo en el territorio familiar e inhóspito a la vez del amor verdadero, algo o alguien despiadado y feroz les sigue el rastro con el único objetivo de convertirlos en su próxima presa.
Una historia de amores y odios imperecederos, de animales salvajes y de paisajes bellos y recónditos donde únicamente rige la ley de la naturaleza.
- Mi impresión sobre el libro
Empezaré
diciendo que no tenía idea, de que trataba el libro. Había algo que me llamó la
atención y una vez que lo tomé para iniciar la lectura no lo pude soltar hasta el final.
La trama
comienza en Dakota del Sur y corre el año 1989, presentando
a un niño de 11 años llamado Cooper Sullivan, nuestro protagonista
masculino, en su primer viaje hacia el rancho de sus abuelos. Allí comienza a
descubrir que hay personas que valen la pena conocer y aprender a querer. Es un
joven malhumorado y desconfiado, pero a su vez con una educación exquisita. Al
conocer a Lil, descubre un mundo nuevo, lleno de aventuras y donde las niñas también
pueden ser interesantes. A medida que ellos van creciendo, su relación se torna
más seria y apasionada. Pero sus caminos se dirigen en distintas direcciones y la separación
es casi inevitable.
Los años hacen
que sus personalidades maduren y sean reacios a dejar que sus sentimientos
pasados los encuentren. Son personajes complejos, llenos
de detalles y aspectos atractivos. Lil desde pequeña tiene esta fascinación
por los animales, ama el lugar donde vive, pero a su vez quiere descubrir y
aprender todo lo que este a su alcance, por lo que a lo largo de los años
persigue sus sueños alrededor del mundo. En especial detrás de los pumas, con
los que tiene una relación particular.
Cooper, me produjo
sentimientos contradictorios durante toda la novela. Había momentos en donde ejercía
tanta presión e impotencia en la historia que a veces hacia que me desesperara.
Es un poco arrogante e intenta que todo sea a su modo, aspecto que no coincide
con la situación, ya que es él quien abandona a Lil en el pasado, sin ninguna explicación. A pesar que tiene sus
fundamentos al regresar, según mi criterio, lo hace con el pie izquierdo.
Pude entenderlo, un poco más, cuando aparece en escena un antiguo amigo, Brad.
Por otro lado, Lil,
lucha durante los 12 años de separación con sus sentimientos y enterrando todo
rastro de Coop en el fondo de su corazón. Logra tener relaciones estables y
persigue con entusiasmo y decisión sus metas, es
todo lo que quiso ser en el aspecto profesional, pero al regresar Cooper
al antiguo rancho de sus abuelos, y esta vez de forma definitiva, el mundo que
tan perfectamente construyo nuestra protagonista, tiembla
y amenaza con destruirse.
Pero no es el único problema que tiene Lil,
una serie de episodios extraños ocurren y la tensión y la duda dejan al amor de
trasfondo y se imponen como protagonistas.
Los personajes
secundarios, me gustaron, acompañaron a los protagonistas en todo momento e
hicieron que la historia fuera asombrosa.
En especial los abuelos de Coop, y la mejor amiga de Lil, quien en pocos
episodios plantea su propia historia y logró en el medio de tanto drama un
toque dulzura.
Un punto que me
gusto, y me resulto original, fue la relación con los animales. Cumplen un
papel fundamental, y son los protagonistas en diversas situaciones. Presentándose
como una fuente de respeto y admiración. Un mensaje de
responsabilidad y sabiduría por parte de la naturaleza, se deja entrever, cuando
se da la oportunidad.
El equilibrio y
los giros inesperados del destino hacen que la historia fluya rápida y ligera.
Una vez más Nora
Roberts no me ha decepcionado.